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1.5 Asesoría en una investigación

Asesoría de una Investigación

Cuando un individuo realiza su primera investigación y también los que ya tienen cierta experiencia, es necesario, se podría decir que es indispensable, que sea dirigido por uno o más asesores, que se llaman de diferentes maneras: asesor, guía, tutor, consejero, supervisor, etc. Este asesor debe ser una persona especializada o conocedor del tema de la investigación y, preferiblemente, un investigador con publicaciones en su haber. Al menos debe tener conocimiento suficiente de la metodología de la investigación científica. No es necesario que el tutor o asesor sea de la misma institución, sin embargo, si es docente de la misma universidad, es posible que conozca los lineamientos exigidos para una investigación.

Asesor de Tesis

El investigador que se inicia debe presentar a la persona que considera que debe ser su asesor o tutor, preferiblemente por escrito, una solicitud de la asesoría, indicando el tema, su importancia, sus objetivos, el tiempo disponible por día y por semana, el tiempo estimado para terminar y los recursos con que cuenta para realizar la investigación. Todo esto en forma resumida, es decir en una o dos páginas. No se trata del proyecto en sí. El proyecto podrá ser entregado al tutor si este lo pide, lo que es lo más probable. Se recomienda pedir al tutor o asesor, en caso de aceptar, una respuesta también por escrito.

Debe establecerse la mejor relación posible entre el investigador asesorado y el asesor. Es indispensable que desde el comienzo tanto el tutor como el tutorado establezcan claramente los deberes y responsabilidades de cada uno, por ejemplo, en cuanto al tiempo de dedicación del tutor al tutorado (horas por semana), la elaboración del proyecto si no existe, la búsqueda de información, discusión y sugerencia en el desarrollo de la investigación, referencia a otros asesores (estadístico, redacción, etc) quienes pudiesen ayudar en la investigación, redacción del informe final o tesis, etc, y en caso de cualquier alteración, advertirla con la mayor anticipación posible, para evitar hacerle perder el tiempo a la otra persona. 

Por su parte, el tutor debe “adivinar” o predecir los problemas que podrá tener el tutorado y guiarlo hasta que lo resuelva de la mejor manera, y que sea el mismo tutorado quien vea lo difícil o fácil de resolver cada problema. Una vez resuelto favorablemente el problema, lo cual puede ser después de varios intentos fallidos, el tutor debe dar un estímulo al tutorado mediante una felicitación por su logro.  Debe haber un gran respeto entre el tutor y el tutorado, sin que esto signifique que no pueda haber una gran cordialidad, amistad y buen humor en la relación. El asesor deberá avalar el resultado final del trabajo, sea tesis, informe o reporte final, etc.  A medida que el investigador que se inicia, realiza investigaciones nuevas o más complejas, podrá ir necesitando cada vez menos la ayuda del tutor o asesor.

Además del tutor, puede y, a veces, es recomendable haber otros asesores, en aspectos específicos, tal como metodología, estadística, química, taxonomía, matemáticas, anatomía, física, o aun más específicos, como cirugía esofágica, astrofísica del planeta Marte, ecuaciones diferenciales, etc. En todo caso, cuando se necesitan otros asesores, debe tenerse en cuenta la aprobación del asesor principal o tutor, pues sería muy incómodo, desagradable y, en muchos casos, conflictivo, que el tutor no conozca, no esté de acuerdo o peor aun, esté en contradicción o sea enemigo del otro asesor.